jueves, 22 de abril de 2010
EL HÁBITO DE LA EFECTIVIDAD Y EL SERVIDOR PÚBLICO MUNICIPAL (II de II)
Lic. Rosanna Selman de De León (*)
En la entrega anterior, analizábamos la necesidad de un cambio de paradigma en los servidores públicos municipales, en torno a una cultura de servicio, y en un cambio hacia los valores de la efectividad y la ética personal.
Desde la antigüedad hemos visto como el pensamiento humano ha ido cambiando, desde principios que regulan la vida, hasta los grandes descubrimientos de la humanidad, que han surgido precisamente por un cambio de pensamiento: desde la teoría de que la tierra era plana, hasta llegar, inclusive, a los cambios en la organización de los Estados. La Democracia, como en la actualidad podemos ver en nuestros países, es un modelo de cambio, si recordamos que los conceptos tradicionales de Gobierno en la antigüedad colegiaban en los sistemas monárquicos de gestión, siendo el Rey la figura central. Surgen entonces, los nuevos paradigmas de un Gobierno del, por y para el pueblo, como son enfocados en la democracia moderna.
Lo que deseamos enfatizar y paralelizar con este ejemplo, es la necesidad de un cambio de paradigma personal profundo, en la cultura del servidor público municipal en nuestro país, que se fundamente en:
• La rectitud: Vivimos en una época en la que muchos hombres y mujeres consideran que sus acciones no tienen consecuencias morales y que lo que hacen sólo tiene consecuencias sociales. En toda circunstancia que enfrentamos en la vida existe la manera correcta o la manera incorrecta de proceder. Cada uno de nosotros vive su propia situación. Hay desafíos de salud, económicos, de educación, profesionales y demás. Si elegimos la forma correcta en nuestra forma de actuar ante cada desafío, podremos decir que nuestras decisiones se ven apoyadas por los principios de rectitud.
• El servicio, la calidad y la excelencia: Existe una premisa para todo lo relacionado al servicio al cliente: percepción es realidad. Lo que perciben las personas que reciben un servicio determinado, es la realidad que se construyen. Si usted manifiesta a un munícipe que solicita un servicio que usted siente que este le molesta, ¿que percibirá el munícipe? : que usted no está siendo cortes, que no le interesa servirle.
De eso se trata la calidad, de dar un buen servicio, con cortesía, amabilidad, buen trato. Somos servidores municipales, y la palabra “servidores”, proviene de servir. Calidad es por ende, hacer las cosas bien a la primera oportunidad. La excelencia, solo es posible alcanzarla en base a brindar un servicio de calidad. El Servicio, La Calidad, La Excelencia: esas deben ser nuestras 3 bases para garantizar una cultura de servicio en los empleados o servidores públicos municipales.
• La ética: El término Ética, deriva de la palabra griega ethos, que significa "costumbre" En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre un hecho moral, está relacionada a la buena conducta, al hecho de la virtud y la buena disposición. La ética profesional nos proporciona los principios fundamentales cuya finalidad es esclarecernos entre lo que es correcto y lo que no. Si deseamos actuar bajo la ética, debemos pensar en guiar nuestro accionar en principios: principio de solidaridad, de equidad o imparcialidad, de eficiencia, de abstenerse de elegir dañar a un ser humano, de la responsabilidad, del papel que hay que desempeñar, de aceptación de efectos colaterales al tomar decisiones desacertadas, de las consecuencias de nuestros actos.
• El compromiso: nuestro compromiso como profesionales en el área municipal, debe ser brindar un servicio de calidad a nuestros munícipes. Por otro lado, debemos comprometernos a ser mejores cada día. Debemos comprometernos a trabajar día a día en el valor de la excelencia. Debemos basar nuestro accionar en nuestro compromiso hacia nuestra comunidad, hacia el desarrollo personal y profesional.
Debemos pensar siempre en tratar a los demás, como nos gustaría ser tratados. Debemos encontrar la forma de convertirnos, no solo en mejores servidores municipales, sino en mejores seres humanos.
“Trata a un hombre tal y como es, y seguirá siendo lo que es. Trata a un hombre como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser”. Goethe
(*)Rosanna Selman Fernández, es licenciada en Administración de Empresas Hoteleras, con un diplomado en la Universidad de George Washington en Gestión de Destinos Turísticos, Coordinadora Técnica de la Asociación de Municipios de la Región Higuamo y Co-Propietaria de la Empresa Ecoturística Paraíso Caño Hondo, en Los Haitises, Sabana de la Mar.
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